PRIMAVERA EN SOMIEDO

La naturaleza de Somiedo, empieza a desperezarse en abril, con el deshielo de las nieves y las primeras floraciones. Los prados tornan verdes a muy verdes, hacia principios de mayo. Los hayedos tienen ya entonces sus copas en todo su esplendor, y el oso pardo se mueve por todo el Parque, porque está en el punto álgido del celo. Junio es un espectáculo natural total, donde un verde casi agresivo, los amarillos o rosas de los piernos, nos dan lo mejor de Somiedo, además de un clima ya más benigno. Primavera nos ofrece otro espectáculo: el mar de nubes, que es precioso y accesible, desde el alto de San Lorenzo.

VERANO EN SOMIEDO

El verano de Somiedo, y más con el cambio climático, se ha tornado seco, en comparación con el habitual clima húmedo del norte de España. Podemos ver como progresivamente, los eternos paisajes verdes llegan a amarillear y a los animales rebuscan más su sustento, debido al pico de escasez veraniego. Los turistas llenan las pistas, los caminos, las sendas, aprovechando este parón húmedo y la mayor cantidad de horas para el disfrute. Tiempo pues para las rutas senderistas más largas.

OTOÑO EN SOMIEDO

El otoño saca los mejores colores a los hayedos, los robles, los castaños: rojos, amarillentos, naranjas... El clima es más variable, combinando humedad con calor, nieve y abrigo con mangas cortas, dependiendo de como nos llegue al año. El bosque da más cantidad de alimento y la fauna local nada en esa abundancia. Otoño en Viego, Somiedo Especialmente bonito está el valle de Saliencia, que alberga el mayor hayedo del Parque Natural (hayedo de Tibleu), o el hayedo de la Enramada, en la zona de Coto de buenamadre hasta las brañas de Sousas.

INVIERNO EN SOMIEDO

Invierno es sinónimo de parón en la potente naturaleza somedana. El blanco de las nieves toma presencia con fuerza, alfombrando los paisajes. Los árboles, quedan desnudos y protegidos, excepto los encinares, especialmente abundantes en el entorno de Castro. Fríos o muy fríos, si embargo, los inviernos reciben a los amantes de los paseos con raquetas o el turista que quiere observar los lagos completamente helados o los puntitos de fauna, que se mueven y se detectan, contrastan mejor sobre las nieves.